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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 18 de junio de 2007

FRANCISCO: ENAMORADO DE CRISTO Y ARTIFICE DE PAZ

CIUDAD DEL VATICANO, 17 JUN 2007 (VIS).-Después de dejar la catedral de San Rufino, Benedicto XVI se desplazó en automóvil a la basílica de Santa María de los Ángeles y bendijo durante el recorrido a los invidentes y sordomudos del Instituto Seráfico.

A las 17,45, el Papa llegó a la explanada de la basílica y fue saludado por el custodio, el rector y el párroco del templo, para visitar después la Porciúncula y la Capilla del Tránsito de San Francisco. A las 18,00, el Santo Padre se dirigió a los jóvenes que le esperaban en la explanada de Santa María de los Ángeles.

El Papa habló de que en aquel lugar Francisco "instaló el "cuartel general" de la Orden, donde los frailes pudieran recogerse, casi como en el seno materno, para regenerarse y recomenzar llenos de empuje apostólico", para abordar después, a grandes trazos, la biografía del santo, centrándose en la "atracción especial" que su figura ejerce sobre los jóvenes.

La conversión de Francisco, a los 25 años, tuvo lugar "en el pleno de su vitalidad, de sus experiencias y sus sueños", dijo Benedicto XVI refiriéndose después a la personalidad del santo antes de este hecho, cuando era un joven "alegre, (...) generoso y derrochador (...) que salía día y noche con sus amigos por las calles de Asís".

"¿Cómo negar que hoy hay muchas personas tentadas por seguir la vida del joven Francisco antes de su conversión? En esa forma de vida había un deseo de felicidad que yace en todo corazón humano", observó el Papa, agregando que el santo, sin embargo, no encontró allí "la alegría verdadera" porque "la verdad es que las cosas finitas pueden dar atisbos de alegría, pero sólo lo Infinito llena el corazón".

Otros rasgos de Francisco eran "su ambición, su sed de gloria y de aventuras", por eso "es interesante observar cómo el Señor supo atraerle, siguiendo su voluntad de afirmación, para indicarle el camino de una ambición santa, proyectada hacia el infinito".

"Cristo habla a nuestro corazón, como al de Francisco", exclamó el Santo Padre, porque "corremos el peligro de pasar toda una vida ensordecidos por voces fragorosas pero vacías, de dejarnos escapar (...) la única voz que cuenta, porque es la única que salva".

"No tengáis miedo de imitar a Francisco, sobre todo en la capacidad de volver a vosotros mismos -dijo el Santo Padre-. El supo hacer silencio dentro de sí, escuchando la palabra de Dios. Paso a paso se dejó llevar de la mano hacia el encuentro pleno con Jesús, hasta convertirlo en tesoro y luz de su vida".

"Francisco era un enamorado de Jesús. Lo encontraba en la Palabra de Dios, en los hermanos, en la naturaleza, pero sobre todo en la presencia eucarística. (...) El pesebre de Greccio expresa la necesidad de contemplarlo en su tierna humanidad de niño. (...) La experiencia del monte Verna, donde recibió los estigmas, muestra cual era el grado de intimidad al que llegó en la relación con Cristo crucificado".

"Precisamente porque era un hombre de Cristo, Francisco era también un hombre de la Iglesia. El Crucificado de San Damián le había pedido que reparase la casa de Cristo, es decir la Iglesia, (...) una tarea que en el fondo no era nada más que la responsabilidad que Cristo atribuye a todo bautizado. La Iglesia crece y se repara, en primer lugar, en la medida en que cada uno de nosotros se convierte y se santifica".

"Como en círculos concéntricos, el amor de Francisco por Jesús se expande no solo a su Iglesia, sino a todas las cosas, vistas en Cristo y por Cristo. De aquí nace el Cántico de las Criaturas, donde la mirada reposa en el esplendor de la creación", y que "antes de ser una altísima página de poesía es una invitación implícita al respeto de lo creado, una oración".

"A la enseña de la oración hay que considerar también el compromiso de Francisco por la paz. Este aspecto de su vida es de gran actualidad en un mundo que tanto necesita la paz pero no encuentra el camino. Francisco, (...) hombre y artífice de paz, (...) lo demostró también con la humildad de la que hizo gala, sin callar por eso nunca su fe frente a hombres de otros credos. (...) Si hoy el diálogo interreligioso, especialmente tras el Concilio Vaticano II, se ha convertido en patrimonio común e irrenunciable de la sensibilidad cristiana, Francisco nos puede ayudar a dialogar auténticamente, sin caer en una actitud de indiferencia frente a la verdad o atenuando nuestro anuncio cristiano".

Finalizado el encuentro, el Papa se trasladó al campo de deportes Migaghelli, para desplazarse en helicóptero al Vaticano.
PV-ITALIA/JOVENES/ASIS VIS 20070618 (800)


AUDIENCIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2007 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas a seis prelados de la Conferencia Episcopal de Togo en visita "ad Limina":

    -Arzobispo Philippe Fanoko Kossi Kpodzro, emérito de Lomé, con el arzobispo electo Denis Komivi Amuzu-Dzakpah.

    -Obispo Jacques Nyimbusède Tukumbé Anyilunda, de Dapaong.

    -Obispo Benoît Comlan Messan Alowonou, de Kpalimé, administrador apostólico de Atakpamé.

    -Obispo Ambroise Kotamba Djoliba, de Sokodé.

    -Monseñor Isaac Jogues Kodjo Agbemenya Gaglo, administrador diocesano de Aného.

  El pasado sábado, 16 de junio, recibió en audiencias separadas:

-Cardenal Javier Lozano Barragán, presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud.

-Cardenal Giovanni Battista Re, prefecto de la Congregación para los Obispos.
AL:AP/.../...                                VIS 20070618 (100)

FALLECE EL CARDENAL FELICI A LOS 87 AÑOS

CIUDAD DEL VATICANO, 18 JUN 2007 (VIS).-Benedicto XVI presidirá el martes, 19 de junio, a las 17,00, en el altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana, el funeral por el cardenal Angelo Felici, fallecido ayer domingo a los 87 años. El purpurado italiano era prefecto emérito de la Congregación para las Causas de los Santos y presidente emérito de la Pontificia Comisión "Ecclesia Dei".
.../FALLECIMIENTO FELICI/...                    VIS 20070618 (80)


OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 16 JUN 2007 (VIS).-El Santo Padre nombró al padre Domenico Cancian, F.A.M., obispo de Città di Castello (superficie 820, población 60.060, católicos 58.900, sacerdotes 71, religiosos 142, diáconos permanentes 9) en Italia. El obispo electo nació en Mareno di Piave (Italia) en 1947, hizo la profesión perpetua en 1971 y fue ordenado sacerdote en 1972. Actualmente era superior general de los Hijos del Amor Misericordioso. Sucede al obispo Pellegrino Tommaso Ronchi, O.F.M.Cap., cuya renuncia al gobierno pastoral de la diócesis fue aceptada por límite de edad.
NER:RE/.../CANCIAN:RONCHI                    VIS 20070618 (90)


DECLARACION COMUN DEL PAPA Y SU BEATITUD CHRYSOSTOMOS II

CIUDAD DEL VATICANO, 16 JUN 2007 (VIS).-Después del encuentro privado de esta mañana y del intercambio de discursos, el Papa y Su Beatitud Chrysostomos II firmaron una Declaración Común en presencia de los miembros de las delegaciones ortodoxa chipriota y católica.

  Benedicto XVI y el arzobispo de Nueva Justiniana y de todo Chipre declaran su "sincera y fraterna disposición, en obediencia a la voluntad de Nuestro Señor Jesucristo, de intensificar la búsqueda de la plena unidad de todos los cristianos. (...) Deseamos que los fieles católicos y ortodoxos de Chipre vivan fraternamente y en plena solidaridad. (...) Queremos sostener y promover el diálogo teológico, que por medio de la competente Comisión Internacional afrontarás las cuestiones más arduas que han marcado las vicisitudes históricas de la división. Es necesario llegar a un sustancial acuerdo para la plena comunión en la fe, en la vida sacramental y en el ejercicio del ministerio pastoral".

  Durante su encuentro, el Santo Padre y Su Beatitud Chrysostomos II afirman que han "examinado la situación de divisiones y tensiones que caracterizan desde más de treinta años a la Isla de Chipre, con los trágicos problemas cotidianos que menoscaban también la vida de nuestras comunidades y de las familias". También han considerado "la situación de Oriente Medio, donde la guerra y los contrastes entre los pueblos corren el riesgo de extenderse con desastrosas consecuencias. Hemos invocado la paz "que viene del alto". Nuestras Iglesias quieren desarrollar un papel de pacificación en la justicia y en la solidaridad y, para que todo esto se realice, deseamos promover las relaciones fraternas entre todos los cristianos y un diálogo leal entre las diversas religiones presentes en la Región".

   Tras realizar un llamamiento al abandono de las armas a todos los que las usan "contra los propios hermanos", invitan a "hacer lo posible para que los derechos humanos sean defendidos siempre, en todas las naciones" y entre ellos, "el primario es el de la libertad religiosa. No respetarlo -escriben- constituye una gravísima ofensa a la dignidad humana. (...) Y profanar, destruir y saquear los lugares de culto de cualquier religión, representa un acto contra la humanidad y la civilización de los pueblos".

  "En un tiempo de creciente secularización y de relativismo, católicos y ortodoxos en Europa están llamados a ofrecer un testimonio común renovado sobre los valores éticos". Refiriéndose a la Unión Europea, subrayan que "no podrá limitarse a una cooperación meramente económica; necesita bases culturales sólidas, referencias éticas compartidas y apertura a la dimensión religiosa. Hay que vivificar las raíces cristianas de Europa, que han hecho grande su civilización en los siglos, y reconocer que la tradición cristiana occidental y la oriental tienen en este sentido una tarea común importante".

  El Papa y el arzobispo de Nueva Justiniana y de todo Chipre señalan que "el rico patrimonio de fe y la sólida tradición cristiana de nuestras tierras, deben llevar a católicos y ortodoxos a un renovado impulso en anunciar el Evangelio a nuestro tiempo, para ser fieles a nuestra vocación cristiana y en responder a las exigencias del mundo actual".

  Por lo que concierne a los temas relacionados con la bioética, manifiestan "seria preocupación por el modo en que "son afrontadas". En este contexto, afirman que "la explotación del ser humano, las experimentaciones abusivas, los experimentos de una genética que no respeta los valores éticos suponen una ofensa a la vida, atentan a la incolumidad y a la dignidad de todos las personas y no pueden ni deben ser justificadas o permitidos en ningún momento de su existencia".

  El Santo Padre y Su Beatitud Chrysostomos II invitan a los responsables de las naciones "a favorecer y promover una justa distribución de los recursos de la tierra, siendo solidarios con los pobres y con todos los indigentes del mondo".

  Al final de la declaración, expresan su preocupación por "el riesgo de la destrucción de la creación". En este contexto subrayan que el ambiente "exige respeto y tutela por parte de todos los que lo habitan".
AC/DECLARACION COMUN/CRYSOSTOMOS II        VIS 20070618 (680)


PROSEGUIR SIN DESALIENTO EL DIALOGO CATOLICO-ORTODOXO

CIUDAD DEL VATICANO, 16 JUN 2007 (VIS).-Benedicto XVI recibió hoy en el Vaticano a Su Beatitud Chrysostomos, arzobispo de Nueva Justiniana y de todo Chipre. El arzobispo afirmó que venía a Roma para dar al Papa "el beso fraternal de la paz y después de siglos de un camino que no nos ha hermanado, construir de nuevo puentes de reconciliación, de colaboración y de amor".

  A su vez, el Santo Padre afirmó en su discurso que la visita del arzobispo era "un don del Dios de la perseverancia y del consuelo, del que habla San Pablo dirigiéndose a quienes escuchaban por primera vez en Roma el mensaje de la salvación".

  "Hoy experimentamos el don de la perseverancia porque a pesar de la presencia de divisiones seculares (...) y de la fatiga de recoser heridas dolorosas -subrayó- el Señor no ha dejado de guiar nuestros pasos por el camino de la unidad y la reconciliación. Y esto es para todos nosotros motivo de consuelo porque nuestro encuentro de hoy se encuadra en un camino de búsqueda cada vez mas intensa de la plena comunión auspiciada por Cristo".

  "Sabemos muy bien que la adhesión a este deseo ardiente del Señor no pueda ni deba proclamarse solo con palabras, ni formalmente. Por eso, Beatitud, (...) usted no ha venido de Chipre a Roma sencillamente para un intercambio de cortesía ecuménica, sino para reafirmar la decisión de perseverar en la oración para que el Señor nos indique como llegar a esa comunión plena".

  "Le saludo -dijo el Papa al arzobispo- como pastor de una Iglesia antigua e ilustre, tesela resplandeciente de ese brillante mosaico, Oriente, (...) que constituye uno de los dos pulmones con que respira la Iglesia (...) y quisiera rendir homenaje a la antigua y veneranda Iglesia de Chipre, rica de santos" como "Epifanio, obispo de Costanza, antiguamente Salamina, (...) que desarrolló su ministerio (...) en un periodo turbulento para la Iglesia".

  "Como buen pastor, Epifanio indica al rebaño que le confió Cristo las verdades en que creer, el camino que recorrer y los obstáculos que evitar. Un método también válido en nuestros días para enseñar el Evangelio a las nuevas generaciones", porque "la Iglesia se enfrenta al principio de este tercer milenio con retos y problemáticas parecidas a las del pastor Epifanio".

  "También hoy es necesario (...) alertar al Pueblo de Dios de los falsos profetas, de los errores y la superficialidad de propuestas no conformes con la enseñanza del divino Maestro. (...) Urge encontrar un lenguaje nuevo para proclamar la fe que nos acomuna, (...) un lenguaje espiritual capaz de transmitir fielmente las verdades reveladas" para "reconstruir (...) la comunión entre todos los miembros del único Cuerpo de Cristo".

  "Esta necesidad que todos advertimos nos lleva a proseguir sin desaliento el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa en su conjunto y nos orienta a utilizar herramientas válidas y estables para que la búsqueda de la comunión no sea discontinua y ocasional en la vida y la misión de nuestras Iglesias".

  "Frente a la tarea enorme que nos espera, (...) es necesario ante todo confiarse a la oración" y "poner en práctica cualquier medio humano que pueda favorecer ese objetivo".

  "En esta óptica -concluyó el Papa- considero su visita una iniciativa muy útil para progresar hacia la unidad querida por Cristo. Sabemos que esta unidad es don y fruto del Espíritu Santo; pero también sabemos que exige (...) un esfuerzo constante, animado por una voluntad cierta y una esperanza incansable en la potencia del Señor".
AC/IGLESIA DE CHIPRE/CHRYSOSTOMOS            VIS 20070618 (600)


ENCUENTRO CON SACERDOTES, DIACONOS Y RELIGIOSOS

CIUDAD DEL VATICANO, 17 JUN 2007 (VIS).-A las 16,30, Benedicto XVI se dirigió a la Catedral de Asís, dedicada al patrono San Rufino, para encontrarse con los sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y alumnos del Pontificio Seminario de Umbría.

  En su discurso, el Santo Padre subrayó que "no basta" con que los millones de fieles que pasan por Asís admiren a San Francisco, sino que es necesario "que al sentirse atraídos por su carisma perciban el núcleo esencial de la vida cristiana y su "medida más alta", la santidad".

  "Los cristianos de nuestro tiempo -dijo el Papa en su discurso- tienen que afrontar cada vez más a menudo la tendencia a aceptar un Cristo disminuido, admirado en su extraordinaria humanidad, pero rechazado en el misterio profundo de su divinidad. El mismo San Francisco sufre esa especie de mutilación cuando se le presenta como testigo de valores importantes, apreciados por la cultura actual, pero se olvida que su elección profunda, el centro de su vida, es la elección de Cristo".

  Tras poner de relieve que "el nombre de Francisco, acompañado por el de Clara, exige de la ciudad de Asís se distinga por un particular impulso misionero", Benedicto XVI afirmó que por este motivo, "también es necesario que esta Iglesia viva de una intensa experiencia de comunión".

  En este contexto recordó el Motu Proprio "Totius Orbis", con el que estableció hace dos años que "las dos grandes basílicas papales de San Francisco y de Santa María de los Angeles, aun gozando de una atención especial de la Santa Sede a través del Legado Pontificio -el cardenal Attilio Nicora-, desde el punto de vista pastoral pasasen bajo la jurisdicción del obispo de esta ciudad", monseñor Domenico Sorrentino. "Estoy muy contento -añadió- de saber que el nuevo camino ha iniciado bajo el signo de una gran disponibilidad y colaboración y estoy seguro que producirá muchos frutos".

  "La oportunidad de este Motu Proprio -continuó-, responde también a la necesidad de una acción pastoral más coordinada y eficaz. (...) Si las comunidades de vida consagrada tienen derecho a ser acogidas y respetadas por su propio carisma, sin embargo, deben evitar vivir como "islas", e integrarse con convicción y generosidad en el servicio y en el plan pastoral adoptado por el obispo para toda la comunidad diocesana".

  Dirigiéndose en concreto a los sacerdotes y diáconos, el Santo Padre aseguró que su "entusiasmo, comunión, vida de oración y ministerio generoso, son indispensables". Frente al cansancio y el "miedo ante las nuevas exigencias y las nuevas dificultades, tenemos que tener confianza en el Señor, que nos dará la fuerza necesaria para realizar lo que nos pida. No dejará de enviar vocaciones si las imploramos con la oración y nos preocupamos de buscarlas y custodiarlas con una pastoral juvenil y vocacional rica de ardor y de inventiva, capaz de mostrar la belleza del ministerio sacerdotal".

  Benedicto XVI concluyó dirigiéndose a las personas consagradas, que "para la Iglesia -dijo- constituís una riqueza grande, tanto en el ámbito de la pastoral parroquial como para tantos peregrinos, que a menudo vienen a pediros hospitalidad, y se esperan también un testimonio espiritual". A las religiosas de clausura, el Papa les pidió "mantener alta la llama de la contemplación. (...) Sed signos del amor de Cristo, al que puedan fijar su mirada todos los demás hermanos y hermanas expuestos a las fatigas de la vida apostólica y del compromiso laical en el mundo".
PV-ITALIA/SACERDOTES:RELIGIOSOS/ASIS            VIS 20070618 (580)


MENSAJE AL CAPITULO DE LOS FRAILES MENORES CONVENTUALES

CIUDAD DEL VATICANO, 17 JUN 2007 (VIS).-A las 16,15, en la Sala del Capítulo del Convento, el Santo Padre saludó a las Clarisas Capuchinas alemanas del Monasterio de la Santa Cruz en Asís.

  Posteriormente, en la Basílica Superior de San Francisco, el Papa se reunió con los participantes en el Capítulo General de la Orden de los Frailes Menores Conventuales, cuyo ministro general es el padre Marco Tasca, y con la Comunidad del Convento.

  En el mensaje que entregó a los padres del Capítulo, el Papa agradece "la pronta obediencia, con la que, junto con los Frailes Menores", han acogido "las disposiciones del Motu Proprio "Totius Orbis" sobre las nuevas relaciones de las dos Basílicas papales, la de San Francisco y la de Santa María de los Angeles, con esta iglesia particular".

  Tras afirmar que el tema de este 199 Capítulo General es la formación para la misión, subrayando que la formación no termina nunca, "sino que debe considerarse más bien un camino permanente", el Santo Padre subraya que "en la base se encuentra la escucha de la Palabra de Dios en un clima de intensa y continua oración".

  "Es necesario -continúa- que cada fraile sea un verdadero contemplativo", capaz de "ver el rostro de Cristo en los hermanos que sufren, llevando a todos el anuncio de la paz".

  Benedicto XVI pide a los religiosos que las palabras de San Francisco: "La Regla y vida de los hermanos menores es esta: Observar el santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo", sean "un sólido principio" para cada uno de ellos.

  "Su "profecía" -continúa refiriéndose a San Francisco- enseña a hacer del Evangelio el criterio para afrontar los desafíos de todos los tiempos, también del nuestro, resistiendo a la atracción engañosa de modas pasajeras, para enraizarse en el designio de Dios y discernir así las verdaderas necesidades de los seres humanos. Mi deseo es que los frailes sepan acoger con renovado empuje y valentía este "programa", confiando en la fuerza que viene del Alto".
PV-ITALIA/MENSAJE FRAILES/ASIS                VIS 20070618 (340)


CESEN LOS CONFLICTOS ARMADOS QUE ENSANGRIENTAN LA TIERRA

CIUDAD DEL VATICANO, 17 JUN 2007 (VIS).-Antes de rezar el Angelus con los fieles que habían asistido a la celebración eucarística en la plaza inferior de San Francisco de Asís, Benedicto XVI recordó la Jornada Mundial de Oración por la Paz, convocada por Juan Pablo II en 1986 en Asís y en la que participaron los representantes de otras confesiones cristianas y los líderes de diversas religiones.

  "Considero un deber -dijo el Papa- lanzar desde aquí un ferviente llamamiento para que cesen todos los conflictos armados que ensangrientan la tierra, callen las armas y el odio se rinda al amor, la ofensa al perdón y la discordia a la unión".

  "Sentimos presentes aquí espiritualmente a todos aquellos que sufren, lloran y mueren por la guerra y sus trágicas consecuencias, en cualquier parte del mundo. Pensamos en particular en Tierra Santa, tan amada por San Francisco, en Irak, Líbano, en todo Oriente Medio. La población de aquellos países conoce desde hace tiempo los horrores de los combates, del terrorismo, de la violencia ciega, la ilusión de que la fuerza pueda resolver los conflictos, el rechazo de escuchar las razones de la otra parte y de rendirles justicia. Solamente un diálogo responsable y sincero, con el generoso apoyo de la Comunidad Internacional, podrá acabar con tanto dolor y volver a dar vida y dignidad a las personas, las instituciones y los pueblos".

  "¡Que San Francisco, hombre de paz -exclamó el Santo Padre-, obtenga del Señor que se multipliquen los que aceptan hacerse "instrumentos de paz", a través de los mil pequeños gestos de la vida diaria, y que los que ocupan puestos de responsabilidad estén animados por un amor apasionado por la paz y por una voluntad indómita de alcanzarla, eligiendo los medios adecuados para conseguirla!".
 
  Acabada la Misa, el Papa saludó a una delegación de autoridades en el Sacro Convento y después, acompañado del custodio, padre Vincenzo Coli, visitó la tumba de San Francisco en la basílica inferior. Después, Benedicto XVI volvió al convento para el almuerzo.
PV-ITALIA/ANGELUS/ASIS                    VIS 20070618 (350)


CONJUGAR ACOGIDA, DIALOGO Y RESPETO POR TODOS

CIUDAD DEL VATICANO, 17 JUN 2007 (VIS).-El Papa llegó a las 8,30 de esta mañana a Asís, tras un viaje de una hora en helicóptero desde el Vaticano, para conmemorar el octavo centenario de la conversión de San Francisco.

  Después de visitar el Santuario de Rivotorto, lugar en el que San Francisco vivió dos años con los primeros frailes, el Santo Padre se dirigió al Santuario de San Damián. A continuación se trasladó en automóvil a la Basílica de Santa Clara, donde rezó ante el Santísimo Sacramento y veneró el Crucifijo de San Damián, de quien el santo escuchó la frase programática que cambiaría su vida: "Vete, Francisco, repara mi casa".

  A las 10,00, Benedicto XVI presidió una concelebración eucarística en la Plaza Inferior de San Francisco de Asís.

  En la homilía, el Santo Padre resaltó la figura del santo, que durante sus primeros veinticinco años "buscaba vanos sueños de gloria vida terrena" y su conversión "le llevó a ejercitar misericordia. (...) Servir a los leprosos, hasta besarlos, no era sólo un gesto de filantropía, una conversión "social" por decir así, sino una verdadera experiencia religiosa fundada en el amor de Dios".

  "Convertirnos al amor es pasar de la amargura a la "dulzura", de la tristeza a la alegría verdadera. El ser humano se realiza plenamente en la medida en que vive con Dios y de Dios, reconociéndolo y amándolo en los hermanos".

  El Papa subrayó que "la vida de Francisco convertido fue un gran acto de amor", como lo revela "la elección que hizo por la pobreza y el buscar a Cristo en el rostro de los pobres".

  Tras poner de relieve que Francisco "es un verdadero maestro" en la búsqueda de la paz, la salvaguardia de la naturaleza y la promoción del diálogo entre todos los hombres, el Santo Padre recordó en este contexto la iniciativa de Juan Pablo II de reunir en Asís en 1986 a los representantes de las confesiones cristianas y de las diversas religiones del mundo, para un encuentro de oración por la paz. Fue una intuición profética en un momento de gracia".

  "La luz del "Poverello" sobre aquella iniciativa -continuó- era una garantía de autenticidad cristiana, ya que su vida y su mensaje se apoyan muy claramente en la decisión de seguir a Cristo; hay que rechazar a priori cualquier tentación de indiferentismo religioso, que no tiene nada que ver con el auténtico diálogo interreligioso".

  Benedicto XVI señaló que "el "espíritu de Asís", que desde aquel evento se sigue difundiendo en el mundo, se opone al espíritu de violencia, al abuso de la religión como pretexto para la violencia. Asís significa que la fidelidad a las propias convicciones religiosas y la fidelidad sobre todo a Cristo crucificado y resucitado no se expresan con violencia e intolerancia, sino en el sincero respeto del otro, en el dialogo, en la libertad y en la razón y en el compromiso por la paz y la reconciliación".

  "No sería evangélico, ni franciscano, no conseguir conjugar la acogida, el diálogo y el respeto por todos, con la certeza de fe que todos los cristianos, como el santo de Asís, tienen que cultivar, anunciando a Cristo como camino, verdad y vida del ser humano, único Salvador del mundo".
PV-ITALIA/MISA/ASIS                         VIS 20070618 (550)


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