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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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martes, 8 de abril de 2008

MENSAJE DEL PAPA CON MOTIVO DE SU VIAJE A ESTADOS UNIDOS

CIUDAD DEL VATICANO, 8 ABR 2008 (VIS).-Hoy se hizo público el video-mensaje que el Papa ha dirigido a los ciudadanos estadounidenses con motivo de su próximo viaje apostólico a este país del 15 al 21 de abril.

   El Santo Padre envía "un cordial saludo" e invita "a la oración" y afirma: "Como sabéis, visitaré solo dos ciudades: Washinghton y Nueva York, pero mi intención es abrazar espiritualmente a todos los católicos que viven en Estados Unidos".

  Tras dar las gracias a los que están trabajando en la organización del viaje y a los que están rezando por él, Benedicto XVI afirma que "sin la fuerza de la oración, sin la íntima unión con el Señor, nuestras iniciativas humanas tendrían muy poco valor".

  "Junto con vuestros obispos -continúa-, he elegido como tema de mi viaje tres simples, pero esenciales palabras: "Cristo nuestra esperanza". (...) Jesucristo es la esperanza para los hombres y mujeres de toda lengua, raza, cultura y condición social. (...) Gracias a El, nuestra vida halla su plenitud y podemos formar juntos una familia de personas y de pueblos que viven en fraternidad, según el designio perenne de Dios Padre. Sé con cuanta profundidad está enraizado este mensaje evangélico en vuestro país. Vengo a compartirlo con vosotros, en las celebraciones y en los encuentros".

  "Traeré -subraya- el mensaje de la esperanza cristiana también a la gran Asamblea de las Naciones Unidas, a los representantes de los pueblos del mundo. Realmente, el mundo tiene más necesidad que nunca de esperanza: esperanza de paz, de justicia, de libertad, pero no podrá realizar esta esperanza sin obedecer a la ley de Dios, que Cristo ha llevado a término en el mandamiento de amarnos unos a otros. Haced a los demás lo que queréis que os hagan a vosotros, no hagáis lo que no queréis que os hagan. Esta "regla de oro" se encuentra en la Biblia, pero vale para todos, también para los no creyentes. Es la ley escrita en la conciencia humana, y sobre ella todos podemos estar de acuerdo, de modo que el encuentro de las diferencias sea positivo y constructivo para toda la humanidad".

  Dirigiéndose posteriormente a los católicos de lengua española en su idioma, el Santo Padre manifiesta su "cercanía espiritual, en particular a los jóvenes, a los enfermos, a los ancianos y a los que pasan por dificultades o se sienten más necesitados".

  Benedicto XVI concluye el mensaje asegurando a quienes viven en Estados Unidos que a pesar de que su viaje sea breve su "corazón estará cerca de todos".
MESS/VIAJE ESTADOS UNIDOS/...                        VIS 20080408 (440)


EL SIGLO XXI SE HA ABIERTO EN EL SIGNO DEL MARTIRIO

CIUDAD DEL VATICANO, 8 ABR 2008 (VIS).-Ayer por la tarde, el Santo Padre visitó la Basílica romana de San Bartolomé en la Isla Tiberina, con motivo del 40 aniversario de la Comunidad de San Egidio, donde presidió una celebración de la Palabra en memoria de los Testigos de la Fe de los siglos XX y XXI.

  En este lugar, dijo el Papa, nos preguntamos: "¿Por qué estos mártires hermanos nuestros no han intentado salvar a toda costa el bien insustituible de la vida? ¿Por qué han seguido sirviendo a la Iglesia no obstante las graves amenazas y las intimidaciones?".

  "Aquí sentimos resonar -prosiguió- el testimonio elocuente de aquellos que, no sólo en el siglo XX, sino desde el principio de la Iglesia, viviendo el amor han ofrecido en el  martirio su vida a Cristo" y "han lavado sus túnicas blanqueándolas con la sangre del Cordero".

  En esta última frase del Apocalipsis, dijo el Santo Padre, está la respuesta al porqué del martirio. El lenguaje cifrado de San Juan contiene "una referencia precisa a la llama blanca del amor que llevó a Cristo a derramar su sangre por nosotros. En virtud de esa sangre fuimos purificados. Fijándose en esa llama, también los mártires derramaron su sangre y se purificaron en el amor".

  Benedicto XVI recordó después la  frase de Cristo "Nadie tiene amor más grande que el de dar uno  la vida por sus hermanos" y subrayó que "todos los testigos de la fe viven este "amor más grande", conformándose a Cristo y "aceptando el sacrificio hasta el final, sin poner límites al don del amor y al servicio de la fe".

  "Deteniéndonos ante los seis altares que recuerdan a los cristianos caídos bajo la violencia totalitaria del comunismo, del nazismo, a los asesinados en América, en Asia y Oceanía, en España y México, en África, recorremos idealmente muchos acontecimientos dolorosos del siglo pasado. Muchos cayeron mientras cumplían la misión evangelizadora de la Iglesia; su sangre se mezcló con la de los cristianos autóctonos a los que habían comunicado la fe".

  "Otros, a menudo en condiciones de minoría -agregó el Santo Padre- fueron asesinados por odio a la fe. Y no son pocos los que se inmolaron por no abandonar a los necesitados (...) y a los fieles que les habían sido confiados sin temor a amenazas o peligros. (...) Estos hermanos y hermanas nuestros en la fe forman un gran fresco de la humanidad cristiana  del siglo XX, un fresco de las Bienaventuranzas, vivido hasta el derramamiento de sangre".

  "Aparentemente la violencia, los totalitarismos, la persecución, la ciega brutalidad parecen más fuertes, acallando la voz de los testigos de la fe, que humanamente pueden parecer derrotados por la historia. Pero Jesús resucitado ilumina su testimonio y así comprendemos el sentido del martirio: (...) la sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos (...) En la derrota y en la humillación de cuantos sufren por el Evangelio actúa una fuerza que el mundo no conoce. (...) Es la fuerza del amor, inerme y victorioso, incluso en la aparente derrota. Es la fuerza que desafía y vence a la muerte".

  "También este siglo XXI se ha abierto en el signo del martirio -constató el Papa-. Cuando los cristianos son verdaderamente levadura, luz y sal de la tierra, se vuelven también, como Jesús, objeto de persecución, (...) signo de contradicción. La convivencia fraternal, el amor, la fe, las tomas de posición a favor de los más pequeños y pobres (...) suscitan a veces una aversión violenta. ¡Qué útil es entonces mirar al testimonio luminoso de los que nos han precedido en nombre de una fidelidad heroica hasta el martirio!".

  Benedicto XVI concluyó su homilía invitando a los miembros de la Comunidad de San Egidio a "imitar el coraje y la perseverancia" de los mártires en "servir al Evangelio, especialmente entre los más pobres" y a ser "constructores de paz y de reconciliación entre los que son enemigos o se combaten".

  Después del encuentro de oración, el Santo Padre saludó fuera de la Basilica a quienes habían seguido la ceremonia desde la plaza.

  Dirigiéndose a los miembros de la Comunidad de San Egidio, el Papa afirmó que "la Palabra de Dios, el amor por la Iglesia, la predilección por los pobres, la comunicación del Evangelio han sido las estrellas que os han guiado testimoniando, bajo cielos distintos, el único mensaje de Cristo".

  Tras darles las gracias por su "obra apostólica; por la atención a los últimos y por la búsqueda de la paz, que caracterizan a vuestra Comunidad", Benedicto XVI les animó "no temer dificultades y los sufrimientos que conlleva la acción misionera: entran dentro de la "lógica" del testimonio valiente del amor cristiano".
BXVI-VISITA/BASILICA SAN BARTOLOME/SAN EGIDIO        VIS 20080408 (780)


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