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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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lunes, 30 de junio de 2008

OTROS ACTOS PONTIFICIOS

CIUDAD DEL VATICANO, 30 JUN 2008 (VIS).-El Santo Padre:

-Aceptó la renuncia del obispo Hermann Raich, S.V.D., al gobierno pastoral de la diócesis de Wabag (Papua Nueva Guinea), por límite de edad. Le sucede el obispo Arnold Orowae, hasta ahora coadjutor en la misma diócesis.

-Nombró al obispo Juan del Río Martín, hasta ahora de Jerez de la Frontera (España), Ordinario Militar para España, elevándolo al mismo tiempo a la dignidad arzobispal.

  El pasado sábado, 28 de junio, se hizo público que el Santo Padre:

-Nombró al obispo Anthony Muheria, hasta ahora de Embu (Kenia), obispo de Kitui (superficie 36.246, población 1.128.000, católicos 250.000, sacerdotes 61, religiosos 119) en Kenia.

-Nombró al obispo Józef Wróbel, S.C.I., hasta ahora de Helsinki (Finlandia), obispo auxiliar de la archidiócesis de Lublin (superficie 9.108, población 1.069.136, católicos 1.039.879, sacerdotes 1.314, religiosos 903) en Polonia.

-Nombró a don Basilio Athai obispo auxiliar de la archidiócesis de Taunggyi (superficie 26.850, población 1.540.000, católicos 7.450, sacerdotes 33, religiosos 92) en Myanmar. El obispo electo nació en 1956 en Kyekadaw (Myanmar), fue ordenado sacerdote en 1984 y actualmente era rector del Seminario Mayor Propedéutico St. Michael de Taunggyi.
RE:NER:NEA/.../...                                    VIS 20080630 (190)


AUDIENCIAS

CIUDAD DEL VATICANO, 30 JUN 2008 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy en audiencias separadas:

-Stanislaw Tillich, Ministro Presidente de Sajonia, con su esposa y séquito.

-Cardenal Varkey Vithayathil, C.SS.R., arzobispo mayor de Ernakulam-Angamaly de los Siro-Malabares (India).

-Nevine Simaika Halim Abdalla, embajadora de la República Arabe de Egipto, en visita de despedida.

  El pasado sábado, 28 de junio, recibió en audiencias separadas:

-Giovanni Alemanno, alcalde de Roma.

-Leonida L. Vera, embajador de Filipinas, en visita de despedida.
AP/.../...                                   VIS 20080630 (80)

LA MISION DEL PASTOR, CONSECUENCIA DEL AMOR A CRISTO

CIUDAD DEL VATICANO, 30 JUN 2008 (VIS).-El Papa recibió este mediodía a los 40 arzobispos metropolitanos que ayer recibieron el palio durante la celebración eucarística en la basílica vaticana, acompañados por sus familiares.

  El Santo Padre saludó a cada uno de los arzobispos metropolitanos en sus diferentes lenguas, y afirmó que "la imagen del cuerpo orgánico aplicada a la Iglesia es uno de los elementos fuertes y característicos de la doctrina de san Pablo, y por eso, en este año jubilar dedicado a él deseo confiar a cada uno de vosotros, a su protección celestial. Que el Apóstol de las gentes -dijo- os ayude a que las comunidades que se os han confiado crezcan unidas y misioneras, concordes y coordinadas en la acción pastoral, animadas por un constante impulso apostólico".

  "La condición del servicio de cada pastor -resaltó- es el amor a Cristo, al que no se debe anteponer nada". Tras recordar la pregunta de Jesús a Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?", Benedicto XVI pidió que "resuene siempre en nuestros corazones, y que suscite cada vez de un modo nuevo y conmovedor, nuestra respuesta: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo". De este amor por Cristo se deriva la misión: "Apacienta mis ovejas"; misión que se resume sobre todo en el testimonio de El, el maestro y el Señor: "¡Sígueme!".
AC/.../ARZOBISPOS METROPOLITANOS                    VIS 20080630 (230)


CRISTIANOS UNIDOS PARA DAR TESTIMONIO VALIDO DE CRISTO


CIUDAD DEL VATICANO, 29 JUN 2008 (VIS).-A las 9,30 de hoy, solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, Benedicto XVI celebró la Eucaristía en la basílica vaticana, en la que participó el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I. Concelebraron con el Santo Padre los 40 nuevos arzobispos metropolitanos, a los cuales el pontífice les impuso el Palio sagrado.

  El Papa y el Patriarca Ecuménico entraron juntos a la basílica de San Pedro precedidos por los diáconos ortodoxo y latino que llevaba el Libro de los Evangelios.

  Después de la lectura del Evangelio proclamado en latín y griego, el Santo Padre presentó al Patriarca Ecuménico a la asamblea, y posteriormente ambos pronunciaron la homilía.

  Hablando de los santos apóstoles patronos de Roma Benedicto XVI afirmó que "mediante su martirio, su fe y su amor ambos indican donde está la verdadera esperanza y son fundadores de un nuevo tipo de ciudad, que debe formarse en modo renovado y siempre en medio de la vieja ciudad humana, que es amenazada por las fuerzas contrarias del pecado y del egoísmo de los hombres".

  "Podemos decir -continuó- que su martirio, en lo más profundo, es la realización de un abrazo fraterno. Ellos mueren por el único Cristo y, en el testimonio por el que dan la vida son una sola cosa. En los escritos del Nuevo Testamento podemos seguir, por decir así, el desarrollo de su abrazo, de este hacer unidad en el testimonio y en la misión".

  El Papa puso de relieve que si bien Pablo "normalmente va a los lugares en los que no ha sido anunciado el Evangelio, Roma constituye una excepción. Allí encuentra una Iglesia de cuya fe habla el mundo. Ir a Roma forma parte de la universalidad de su misión como enviado a todos los pueblos; (...) es expresión de la catolicidad de su misión. Roma debe hacer visible la fe a todo el mundo, debe ser el lugar de encuentro de la única fe".

  Refiriéndose a Pedro, el Santo Padre señaló que "deja la presidencia de la Iglesia cristiano-judía a Santiago el Menor, para dedicarse a su verdadera misión: el ministerio para la unidad de la única Iglesia de Dios formada por judíos y paganos".

  La "misión permanente de san Pedro -subrayó- es hacer que la Iglesia no se identifique jamás con una sola nación, con una sola cultura o con un solo estado. Que sea siempre la Iglesia de todos. Que reúna a la humanidad más allá de las fronteras y que, en medio de las divisiones de este mundo, haga presente la paz de Dios, la fuerza reconciliadora de su amor".

  Dirigiéndose a los arzobispos que iban a recibir el palio, el Santo Padre dijo que el gesto de colocarlo en los hombros "nos recuerda al Pastor que carga sobre sus hombros a la oveja perdida, que por sí sola no encuentra el camino hacia casa y la conduce al redil. Los Padres de la Iglesia han visto en esta oveja la imagen de toda la humanidad, de toda la naturaleza humana, que se ha perdido y no encuentra el camino a casa" y el Pastor que la lleva a casa es "la Palabra eterna de Dios mismo". Sin embargo, añadió, Dios "quiere que haya hombres que "lleven" junto con El. Ser pastor de la Iglesia de Cristo significa participar en este tarea".

  "De esta manera -afirmó-, el palio se convierte en símbolo de nuestro amor por el Pastor Cristo y de nuestro amar con El; (....) de la llamada a amar a todos con la fuerza de Cristo, para que encuentren a El y en El a si mismos".

  Benedicto XVI concluyó haciendo hincapié en que el palio "nos habla de la catolicidad de la Iglesia, de la comunión universal de Pastor y rebaño. Y nos conduce a la apostolicidad: a la comunión con la fe de los apóstoles, sobre la que se funda la Iglesia".

  Al final de la misa y antes de rezar el Angelus, el Papa señaló que al caer este año en domingo la fiesta de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, "toda la Iglesia, y no sólo la de Roma, la celebra en forma solemne".

  Refiriéndose al Año Paulino, que ayer inauguró oficialmente, el pontífice afirmó que "como es natural, tendrá como centro Roma, en particular la Basílica de San Pablo Extramuros y el lugar del martirio, las Tres Fuentes. Sin embargo, abarcará a toda la Iglesia, a partir de Tarso, ciudad natal de Pablo, y de los otros lugares paulinos meta de peregrinaciones en la actual Turquía, así como en Tierra Santa, y en la isla de Malta, donde el Apóstol, después del naufragio, esparció las semillas fecundas del Evangelio".

  El Papa puso de relieve que "en realidad, el horizonte del Año Paulino sólo puede ser universal, porque San Pablo ha sido por excelencia el apóstol de aquellos que respecto a los Judíos eran "los lejanos" y que  "gracias a la sangre de Cristo" se han convertido "en cercanos". Por eso, también hoy, en un mundo que se ha hecho "pequeño", pero donde muchísimos aún no han encontrado al Señor Jesús, el jubileo de San Pablo invita a todos los cristianos a ser misioneros del Evangelio".

  "Como subraya la liturgia, los carismas de los dos grandes Apóstoles son complementarios para la edificación del único Pueblo de Dios y los cristianos no pueden dar testimonio válido de Cristo si no están unidos entre sí".

  Benedicto XVI concluyó invitando a todos a rezar por "estas grandes intenciones: Año Paulino, evangelización, comunión en la Iglesia y plena unidad de todos los cristianos, confiándolas a la celestial intercesión de María Santísima, Madre de la Iglesia y Reina de los Apóstoles".
HML/SANTOS PEDRO:PABLO/BARTOLOME I                VIS 20080630 (900)


BENEDICTO XVI INAUGURA EL AÑO PAULINO

CIUDAD DEL VATICANO, 28 JUN 2008 (VIS).-Esta tarde a las 18,00, Benedicto XVI presidió en la basílica de San Pablo Extramuros la celebración de las Primeras Vísperas en la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo con motivo de la apertura del Año Paulino. Participaron en la ceremonia el patriarca ecuménico Bartolomé I y los representantes de otras Iglesias y comunidades cristianas.

  El Santo Padre, el Patriarca Ecuménico Bartolomé I, los delegados de las otras Confesiones y los monjes de la abadía de San Pablo Extramuros se dirigieron en procesión al pórtico de la basílica donde el Papa encendió ante la estatua del apóstol el primer cirio del brasero que arderá durante todo el Año Paulino, seguido por los encendidos por el Patriarca Ecuménico y el representante del Primado Anglicano. Después, la procesión entró en la basílica a través de la "Puerta Paulina".

  "Estamos reunidos ante la tumba de san Pablo, que nació hace dos mil años en Tarso de Cilicia, en la actual Turquía -dijo el Papa en su homilía. (...) Pablo no es una figura del pasado, que recordamos con veneración. Es  maestro, apóstol y anunciador de Jesucristo también para nosotros. Por eso, estamos reunidos no para reflexionar sobre una historia pasada, irrevocablemente superada. Pablo quiere hablar con nosotros, hoy. (...) He convocado este especial "Año Paulino" para escucharlo y aprender de él, como de un maestro, la fe y la verdad, en las que están radicadas las razones de la unidad entre los discípulos de Cristo".

  "Para mí supone un motivo de alegría -prosiguió- que la apertura del Año Paulino asuma un particular carácter ecuménico por la presencia de numerosos delegados y representantes de otras iglesias y Comunidades eclesiales, que acojo con el corazón abierto", como  "el patriarca Bartolomé I, (...) los Delegados Fraternos de las Iglesias que tienen un vínculo particular con el apóstol Pablo -Jerusalén, Antioquia, Chipre, Grecia- y que forman el ambiente geográfico de la vida del Apóstol antes de su llegada a Roma y (...) los hermanos de las diversas Iglesias y Comunidades eclesiales de Oriente y de Occidente".

  "Estamos reunidos para interrogarnos sobre el gran Apóstol de las gentes. (...) Nos preguntamos sobre todo: ¿Quién es Pablo? (...) Su fe es la experiencia del ser amado por Jesucristo de forma enteramente personal; es la conciencia del hecho de que Cristo ha afrontado la muerte no por algo anónimo, sino por amor suyo, de  Pablo, y que, como resucitado, lo ama todavía, que Cristo se ha entregado por él. (...) Su fe no es una teoría, una opinión sobre Dios o sobre el mundo. Su fe es la repercusión del amor de Dios. (...) Y esta misma fe es amor por Jesucristo".

  El Santo Padre recordó después que muchos ven a "Pablo (...) como un hombre combativo", y  (...) de hecho, sobre su camino de apóstol no faltaron las disputas", porqué "no buscó una armonía superficial. (...) La verdad era para él demasiado grande para estar dispuesto a sacrificarla por el éxito exterior. La verdad que había experimentado en el encuentro con el Resucitado merecía la lucha, la persecución, el sufrimiento. Pero lo que lo motivaba en lo más profundo, era el ser amado por Jesucristo y el deseo de transmitir a otros este amor. (...) Sólo así se comprenden los conceptos fundados en su anuncio".

  Entre estos conceptos, el Papa eligió la libertad, explicando que "Pablo era libre como hombre amado por Dios" y "ese amor fue entonces la ley y la libertad de su vida". Pablo "habla y actúa movido por la responsabilidad del amor. Libertad y responsabilidad están unidas inseparablemente. (...) Quien ama a Cristo, como lo amó Pablo, puede verdaderamente hacer lo que quiere, porque su amor está unido a la voluntad de Cristo, y por tanto, a la voluntad de Dios; porque su voluntad está anclada en la verdad y porque su voluntad no es sencillamente (...) arbitrio de su yo autónomo, sino que está integrada en la libertad de Dios y de ella recibe el camino que debe recorrer".

  El Papa se refirió después a la conversión de Pablo en el camino de Damasco, cuando el Resucitado proclama "Yo soy Jesús, a quien tú persigues". "Persiguiendo a la Iglesia -dijo Benedicto XVI- Pablo persigue al mismo Jesús", que "se identifica con la Iglesia en un solo sujeto" y esta exclamación de Cristo que transformó la vida de Saulo "contiene en el fondo toda la doctrina sobre la Iglesia como Cuerpo de Cristo. Cristo no se ha retirado al  Cielo, dejando en la tierra a un grupo de seguidores que prosiguen "su causa". La Iglesia no es una asociación que quiere promover una causa determinada" sino "la persona de Jesucristo, que también como Resucitado sigue siendo "carne" y "tiene un cuerpo. Está personalmente presente en la Iglesia".

  "Así se hace visible el misterio eucarístico, donde Cristo nos da continuamente su Cuerpo y hace de nosotros su Cuerpo". El Papa, lamentando la laceración de ese Cuerpo, pidió a Cristo la superación de todas las divisiones y que la unión fuera "de nuevo una realidad".

  Por último, el Papa recordó la frase de Pablo a Timoteo, poco antes de morir: "Soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio", y señaló que "el encargo del anuncio y la llamada al sufrimiento por Cristo están unidas de forma inseparable. (...)  En un mundo dominado por el engaño, la verdad se paga con el sufrimiento. Quien quiere esquivar el sufrimiento, tenerlo alejado de sí, se aleja de la vida misma y su grandeza; no puede ser servidor de la verdad y por lo tanto servidor de la fe. (...) Allí donde no hay nada que valga que se sufra por ello, también la misma vida pierde su valor. La Eucaristía -el centro de nuestro ser cristianos- se funda en el sacrificio de Jesús por nosotros, nació  del sufrimiento del amor".

  "Nosotros vivimos de ese  amor que se entrega -concluyó-. Nos da el valor y la fuerza de sufrir con Cristo y por Él en este mundo, sabiendo que así nuestra vida se hace grande, madura y verdadera".
HML/INAUGURACION AÑO PAULINO/...               VIS 20080630 (1020)


AUDIENCIA AL PRESIDENTE DE PORTUGAL

CIUDAD DEL VATICANO, 28 JUN 2008 (VIS).-Benedicto XVI recibió hoy en audiencia al presidente de la República de Portugal, Anibal Cavaco Silva, que sucesivamente se entrevistó con el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado y con el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados, según informa hoy un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

  "En el curso de los coloquios, desarrollados en un clima cordial -dice el texto- se ha pasado revista a diversos temas de interés común relacionados con la situación actual del país. Se han subrayado también las buenas relaciones entre la Iglesia Católica y Portugal y, en este ámbito, se ha abordado la situación del Concordato de 2004".

  "Las conversaciones han abarcado también algunos aspectos de la actualidad internacional, con particular referencia a Europa y al compromiso de Portugal con algunos países africanos y asiáticos".
OP/PRESIDENTE PORTUGAL/CAVACO SILVA           VIS 20080630 (160)


EL AÑO PAULINO AYUDE A RENOVAR EL COMPROMISO ECUMENICO

CIUDAD DEL VATICANO, 28 JUN 2008 (VIS).-El Papa recibió este mediodía al patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, venido a Roma para participar en la apertura del Año Paulino y en la misa con motivo de la solemnidad de San Pedro y San Pablo.

  Benedicto XVI manifestó su alegría al patriarca por haber instituido también un año para conmemorar los dos mil años del nacimiento del Apóstol de las gentes. "Esta feliz coincidencia -dijo- pone de relieve las raíces de nuestra vocación cristiana común y la sintonía significativa de sentimientos y de compromisos pastorales que estamos viviendo. Por eso, doy gracias al Señor Jesucristo, que con la fuerza de su Espíritu guía nuestros pasos hacia la unidad".

  "San Pablo -continuó el Papa- nos recuerda que la plena comunión entre todos los cristianos halla su fundamento en "un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo". (...) A los cristianos de Corinto, entre los que habían surgido discordias, San Pablo no tiene miedo de dirigir un fuerte llamamiento para que sean unánimes al hablar, desaparezcan las divisiones entre ellos y cultiven una perfecta unión de pensamiento y de intenciones".

  El Santo Padre afirmó que en nuestro mundo, en el que "persisten divisiones y conflictos, el ser humano advierte una mayor necesidad de certezas y de paz. Sin embargo, se ve desorientado y como confundido por una cierta cultura hedonista y relativista que pone en duda la existencia misma de la verdad. Las indicaciones del Apóstol son, en este sentido, más propicias que nunca para alentar los esfuerzos en la búsqueda de la unidad plena entre los cristianos, tan necesaria para ofrecer a los seres humanos del tercer milenio un testimonio de Cristo, Camino, Verdad y Vida, cada vez más luminoso. Solo en Cristo y en su Evangelio la humanidad puede encontrar respuesta a sus expectativas más profundas".

  "Que el Año Paulino -concluyó- ayude al pueblo cristiano a renovar el compromiso ecuménico, y se intensifiquen las iniciativas comunes en el camino hacia la comunión entre todos los discípulos de Cristo. La presencia del patriarca aquí, hoy, es ciertamente un signo alentador de este camino".
AC/AÑO PAULINO:UNIDAD/BARTOLOME I                VIS 20080630 (370)


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