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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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sábado, 6 de junio de 2015

El Papa llega a Sarajevo: Curar las heridas del pasado y mirar al futuro con esperanza


Ciudad del Vaticano, 6 de junio de 2015 (VIS).-El Papa Francisco ha llegado poco después de las 9.00 a Sarajevo, capital de Bosnia-Herzegovina y meta de su octavo viaje apostólico. El tema central de la solicitud de la Santa Sede por Bosnia-Herzegovina -que visitó en dos ocasiones san Juan Pablo II- es la paz y el viaje de Papa Francisco se enmarca también en esta perspectiva ya que su lema es ''La paz sea con vosotros''.

El Pontífice, que salió de Roma a las 7,30, fue recibido en el aeropuerto internacional de Sarajevo por el Presidente Dragan Crovic, miembro croata de la Presidencia tripartita (serbia, croata y bosnia) de Bosnia-Herzegovina, por el presidente de la Conferencia Episcopal y cardenal arzobispo de Sarajevo Vinko Puljic y por el nuncio apostólico en ese país, el arzobispo Luigi Pezzuto. Desde allí se trasladó en automóvil al Palacio Presidencial donde tuvo lugar la ceremonia de bienvenida y el encuentro de cortesía con los miembros de la Presidencia: el presidente de turno Mladen Ivanic, el miembro croata Dragan Covic y el miembro bosnio Bakir Izetbegovic.

Terminada la visita de cortesía, Francisco entró en el salón presidencial donde pronunció su primer discurso en Sarajevo ante las autoridades civiles, el cuerpo diplomático, los obispos y algunos líderes religiosos del país:

''Es para mí un motivo de alegría encontrarme en esta ciudad, que ha sufrido tanto a causa de los sangrientos conflictos del siglo pasado, y vuelve a ser un lugar de diálogo y de convivencia pacífica .Ha pasado de una cultura de la confrontación, de la guerra, a una cultura del encuentro. -dijo el Papa- Sarajevo, así como Bosnia y Herzegovina, tienen un significado especial para Europa y el mundo entero'' y añadió que en ese lugar se había pasado de una cultura del enfrentamiento y de la guerra a construir una cultura del encuentro.

''En estos territorios -prosiguió- hay comunidades que, desde hace siglos, profesan religiones diferentes y pertenecen a etnias y culturas distintas, cada una con sus características peculiares y orgullosa de sus tradiciones específicas, lo que no ha sido obstáculo para que durante mucho tiempo hayan tenido relaciones de mutua amistad y cordialidad.Incluso en la misma estructura arquitectónica de Sarajevo se encuentran huellas visibles y permanentes de esas relaciones, ya que en su tejido urbano, a poca distancia unas de otras, surgen sinagogas, iglesias y mezquitas, de tal modo que la ciudad recibió el nombre de la “Jerusalén de Europa”. Representa en efecto una encrucijada de culturas, naciones y religiones; y ese papel requiere que se construyan siempre nuevos puentes, que se sane y restaure los ya existentes, de modo que se asegure una comunicación fluida, segura y civil.

''Tenemos necesidad de comunicarnos, de descubrir las riquezas de cada uno, de valorar lo que nos une y ver las diferencias como oportunidades de crecimiento en el respeto de todos -señaló el Pontífice- Se necesita un diálogo paciente y confiado, para que las personas, las familias y las comunidades puedan transmitir los valores de su propia cultura y acoger lo que hay de bueno en la experiencia de los demás .Así, es posible también curar las graves heridas del pasado reciente, y mirar hacia el futuro con esperanza, enfrentándose con el corazón libre de temores y rencores a los problemas cotidianos que toda comunidad civilizada ha de afrontar''.

''Dieciocho años después de la visita histórica de san Juan Pablo II, que tuvo lugar casi dos años después de la firma de los Acuerdos de Paz de Dayton, vengo como peregrino de la paz y el diálogo. Me complace ver los progresos realizados, que debemos agradecer al Señor y a tantas personas de buena voluntad. Sin embargo, es importante no contentarse con lo ya logrado, sino procurar que se adopten nuevas medidas para fortalecer la confianza y crear oportunidades para que aumente la comprensión y el respeto mutuos. Para facilitar este proceso se necesita la cercanía y colaboración de la Comunidad internacional, en particular de la Unión Europea, y de todos los países y organizaciones presentes y activas en el territorio de Bosnia y Herzegovina. Bosnia y Herzegovina forma parte de Europa; sus logros y sus dramas se insertan de lleno en la historia de los éxitos y dramas de Europa, y al mismo tiempo son un serio llamamiento a hacer todo lo posible para que el proceso de paz comenzado sea cada vez más sólido e irreversible''.

''En esta tierra, la paz y la concordia entre croatas, serbios y bosnios, así como las iniciativas encaminadas a su fortalecimiento, las relaciones cordiales y fraternas entre musulmanes, judíos, cristianos, y otras minorías religiosas, tienen una importancia que va más allá de sus fronteras. Testimonian ante el mundo que la colaboración entre los diversos grupos étnicos y religiones para el bien común es posible, que se puede dar una pluralidad de culturas y tradiciones que contribuyan a encontrar soluciones originales y eficaces a los problemas, que incluso las heridas más profundas pueden ser curadas a través de un proceso que purifique la memoria y dé esperanza para el futuro. Hoy, he visto esta esperanza en los niños que he saludado en el aeropuerto –musulmanes, ortodoxos, judíos, católicos y otras minorías– todos juntos, ¡alegres! ¡Esta es la esperanza! Apostemos por ella''

''Para oponernos con éxito a la barbarie de los que toman ocasión y pretexto de cualquier diferencia para una violencia cada vez más brutal -continuó- tenemos que reconocer los valores fundamentales de nuestra humanidad común, los valores en virtud de los cuales podemos y debemos colaborar, construir y dialogar, perdonar y crecer, permitiendo que el conjunto de las voces forme un noble y armónico canto, en vez del griterío fanático del odio''.

''Los responsables políticos están llamados a la noble tarea de ser los primeros servidores de sus comunidades con una actividad que proteja en primer lugar los derechos fundamentales de la persona humana, entre los que destaca el de la libertad religiosa. De ese modo, será posible construir, con un compromiso concreto, una sociedad más pacífica y justa, para que con la ayuda de todos se encuentre solución a los múltiples problemas de la vida cotidiana del pueblo. Para ello, es indispensable que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley y su aplicación, independientemente de su origen étnico, religioso y geográfico: así todos y cada uno se sentirán plenamente participes de la vida pública y, disfrutando de los mismos derechos, podrán dar su contribución específica al bien común''.

''La Iglesia católica, a través de la oración y la acción de sus fieles y de sus instituciones, participa en el trabajo de reconstrucción material y moral de Bosnia y Herzegovina, compartiendo sus alegrías y preocupaciones, deseosa de manifestar con decisión su cercanía especial con los pobres y necesitados, inspirada por la enseñanza y el ejemplo de su divino Maestro, Jesús. La Santa Sede se alegra por todo el camino recorrido en estos años y asegura su compromiso de seguir promoviendo la cooperación, el diálogo y la solidaridad, a sabiendas de que, en una convivencia civil y ordenada, la paz y la escucha mutua son condiciones indispensables para un desarrollo auténtico y permanente. Espera fervientemente que, con la ayuda de todos y después de que las nubes oscuras de la tormenta han desaparecido finalmente, Bosnia y Herzegovina pueda proceder en el camino emprendido, para que después del frío invierno florezca la primavera. ¡Y aquí se ve florecer la primavera!'' exclamó el Papa.


Con estos sentimientos -concluyó - imploro del Altísimo paz y prosperidad para Sarajevo y para toda Bosnia y Herzegovina''.

Misa en el estadio Kosevo: Hacer la paz es un trabajo artesanal


Ciudad del Vaticano, 6 de junio de 2015 (VIS).-Después del discurso ante las autoridades de Bosnia y Herzegovina el Papa Francisco recorrio en papamóvil los dos kilómetros que lo separaban del estadio Kosevo donde lo esperaban más de sesenta mil personas para participar en la santa misa. Las lecturas de la celebración estuvieron dedicadas a la paz y la justicia y la ceremonia fue en lengua croata. El Santo Padre pronunció en italiano -con traducción en croata- la homilía que reproducimos a continuación, en la que recordó que la paz es el proyecto de Dios para la humanidad y denunció nuevamente a los que buscan la confrontación entre culturas y civilizaciones; citando al profeta Isaías reiteró que si la obra de la justicia es la paz, esa paz se construye artesanalmente, día tras día.

''En las lecturas bíblicas que hemos escuchado ha resonado varias veces la palabra ''paz''. Palabra profética por excelencia. Paz es el sueño de Dios, es el proyecto de Dios para la humanidad, para la historia, con toda la creación. Y es un proyecto que encuentra siempre oposición por parte del hombre y por parte del maligno. También en nuestro tiempo, el deseo de paz y el compromiso por construirla contrastan con el hecho de que en el mundo existen numerosos conflictos armados. Es una especie de tercera guerra mundial combatida ''por partes''; y, en el contexto de la comunicación global, se percibe un clima de guerra.

Hay quien este clima lo quiere crear y fomentar deliberadamente, en particular los que buscan la confrontación entre las distintas culturas y civilizaciones, y también cuantos especulan con las guerras para vender armas. Pero la guerra significa niños, mujeres y ancianos en campos de refugiados; significa desplazamientos forzados; significa casas, calles, fábricas destruidas; significa, sobre todo, vidas truncadas. Vosotros lo sabéis bien, por haberlo experimentado precisamente aquí, cuánto sufrimiento, cuánta destrucción, cuánto dolor. Hoy, queridos hermanos y hermanas, se eleva una vez más desde esta ciudad el grito del pueblo de Dios y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad: ¡Nunca más la guerra!

Dentro de este clima de guerra, como un rayo de sol que atraviesa las nubes, resuena la palabra de Jesús en el Evangelio: ''Bienaventurados los constructores de paz'' Es una llamada siempre actual, que vale para todas las generaciones. No dice: ''Bienaventurados los predicadores de paz'': todos son capaces de proclamarla, incluso de forma hipócrita o aun engañosa. No. Dice: ''Bienaventurados los constructores de paz'', es decir, los que la hacen. Hacer la paz es un trabajo artesanal: requiere pasión, paciencia, experiencia, tesón. Bienaventurados quienes siembran paz con sus acciones cotidianas, con actitudes y gestos de servicio, de fraternidad, de diálogo, de misericordia… Estos, sí, ''serán llamados hijos de Dios'', porque Dios siembra paz, siempre, en todas partes; en la plenitud de los tiempos ha sembrado en el mundo a su Hijo para que tuviésemos paz. Hacer la paz es un trabajo que se realiza cada día, paso a paso, sin cansarse jamás.

Y ¿cómo se hace, cómo se construye la paz? Nos lo ha recordado de forma esencial el profeta Isaías: ''La obra de la justicia será la paz'' . ''Opus iustitiae pax'', según la versión de la Vulgata, convertida en un lema célebre adoptado proféticamente por el Papa Pío XII. La paz es obra de la justicia. Tampoco aquí retrata una justicia declamada, teorizada, planificada… sino una justicia practicada, vivida. Y el Nuevo Testamento nos enseña que el pleno cumplimiento de la justicia es amar al prójimo como a sí mismo Cuando nosotros seguimos, con la gracia de Dios, este mandamiento, ¡cómo cambian las cosas! ¡Porque cambiamos nosotros! Esa persona, ese pueblo, que vemos como enemigo, en realidad tiene mi mismo rostro, mi mismo corazón, mi misma alma. Tenemos el mismo Padre en el cielo. Entonces, la verdadera justicia es hacer a esa persona, a ese pueblo, lo que me gustaría que me hiciesen a mí, a mi pueblo.

San Pablo, en la segunda lectura, nos ha indicado las actitudes necesarias para la paz: ''Revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo''. Estas son las actitudes para ser “artesanos” de paz en lo cotidiano, allí donde vivimos. Pero no nos engañemos creyendo que esto depende sólo de nosotros. Caeríamos en un moralismo ilusorio. La paz es don de Dios, no en sentido mágico, sino porque Él, con su Espíritu, puede imprimir estas actitudes en nuestros corazones y en nuestra carne, y hacer de nosotros verdaderos instrumentos de su paz. y, profundizando más todavía, el Apóstol dice que la paz es don de Dios porque es fruto de su reconciliación con nosotros. Sólo si se deja reconciliar con Dios, el hombre puede llegar a ser constructor de paz.

Queridos hermanos y hermanas, hoy pedimos juntos al Señor, por la intercesión de la Virgen María, la gracia de tener un corazón sencillo, la gracia de la paciencia, la gracia de luchar y trabajar por la justicia, de ser misericordiosos, de construir la paz, de sembrar la paz y no guerra y discordia. Este es el camino que nos hace felices, que nos hace bienaventurados''.



Finalizada la santa misa, el Papa se trasladó a la nunciatura apostólica para almorzar con los obispos de Bosnia y Herzegovina.

Decretos de la Congregación para las Causas de los Santos


Ciudad del Vaticano, 6 de junio de 2015 (VIS).-El Santo Padre recibió ayer tarde al cardenal Angelo Amato SDB, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y autorizó la promulgación de los siguientes decretos:

MILAGROS

-Un milagro atribuido a la intercesión del venerable Siervo de Dios Francisco de Paula Victor, brasileño (1827-1905), sacerdote diocesano.

-Un milagro atribuido a la intercesión de la venerable Sierva de Dios Clara ( en el siglo Ludmila Szczesna) polaca (163-1916), religiosa, cofundadora de la Congregación de las Siervas del Sagrado Corazón de Jesús.

MARTIRIO

-Siervos de Dios Federico de Berga ( en el siglo Martí Tarrés Paigpelat) y 25 compañeros, españoles, sacerdotes y hermanos laicos de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, asesinados por odio a la fe en 1936 durante la guerra civil española.

-Siervos de Dios Joseph Taho Tien, laosiano, y diez compañeros, sacerdotes profesos de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París y de la Congregación de los Misioneros Oblatos de la Bienaventurada Virgen María Inmaculada y otros 4 compañeros, laicos, asesinados por odio a la fe entre 1954 y 1970 en Laos.

VIRTUDES HEROICAS

-Siervo de Dios Antonio Celona, italiano (1873-1952), sacerdote diocesano, fundador de la Congregación de las Hermanas Siervas Reparadoras del Sagrado Corazón de Jesús.

-Siervo de Dios Ottorino Zanon, italiano (1915-1972), sacerdote, fundador de la Congregación de la Pía Sociedad de San Cayetano.

-Siervo de Dios Marcello Labor, italiano, (1890-1954), sacerdote diocesano.


-Sierva de Dios Maria Antonia del Sagrado Corazón de Jesús ( en el siglo Rachele Lalia), italiana (1839-1914) religiosa, fundadora de la Congregación de las Hermanas Dominicas Misioneras de San Sixto.

Audiencias


Ciudad del Vaticano, 6 de junio 2015 (VIS).-El Santo Padre recibió ayer tarde en audiencia:

-Obispo Jorge Eduardo Lozano, de Gualeguaychú (Argentina)

-Obispo Vicente Bokalic Iglic, de Santiago del Estero (Argentina).



Actos Pontificios


Ciudad del Vaticano, 6 de junio 2015 (VIS).-El Santo Padre ha nombrado al reverendo Alberto González Juárez como obispo de Tuxtepec (superficie 6.000, población 781.000, católicos 738.000, religiosos 34, diáconos permanentes 10) en México. El obispo electo nació en 1967 en El Parral (México) y fue ordenado sacerdote en 1995. Es Licenciado en Filosofía por la Universidad Pontificia de México. En su ministerio pastoral ha sido entre otros, vicario parroquial y párroco, profesor y rector de seminario. Actualmente era párroco y vicario episcopal para el Clero y la Vida Consagrada.



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